miércoles, 4 de abril de 2007

ESTOS TRES DIAS DE PASCUA...

ATXUMBALA, CATAXUMBALA.

Estos tres días de pascua
que son días de jugar,
de volar la cometa,
y de ir a merendar.
(Canción popular)

Continuo buceando en mis recuerdos y hoy visualizo con más fuerza los días de meriendas y juegos de pascua.
Allá íbamos, con los pantalones vaqueros, la camisa a cuadros, o un sueter y las zapatillas deportivas. En la mano una mochila o una cesta. Del brazo colgaba la cantimplora (con zumo, fanta, agua y muchas veces con coca-cola desventada, pero que bueno nos sabía!!!!!!!!). Dentro de la mochila la longaniza de pasqua, la mona o el panquemado). Si cabía metíamos la cuerda y la goma elástica para slatar, y en una bolsa de plástico una pelota. Si todo esto lo preparaba mamá, estaba bueno, pero sí lo preparaban las abuelas o la tia abuela, sabía a gloria.
Nos íbamos todos a la era del pueblo (al lado de la estación, hoy polígono industrial). Allí acampábamos mamás y niños. Las mamas haciendo calceta y charlando. Nosotros jugando con las cuerdas, con las gomas, las pelotas (al futbol, al balontiro...), al sambori, a volar la cometa...
Al lado de la era había unos campos (hoy fábricas). El campo era de naranjas. Y allí.... a comer naranjas y a lanzarnos naranjazos, a caernos en la acequia... Chichón va, chichón viene. Acabábamos llenos de heridas con tiritas, sarpullidos, hematomas... Ahora me acuerdo de esos e-mails que critica el mundo que estamos creando, y de cómo éramos antes. Si ocurriera ahora y nos arreamos dos naranjazos jugando nos denunciaría el amo del campo por cogerle las naranjas (pobre hombre que razones no le faltarían porqué le arrasábamos el campo), y nosotros a él por no tenerlo vayado y ser inseguro...
También íbamos a la ermita del pueblo de al lado. Allí jugabamos en el parque, con columpios de acero. Había uno que giraba sin parar: menudos mareos pillaba. Y los balanceadores... Subir hasta el cielo mientras te balanceas es maravilloso, parece que vas a subir al cielo y tocar las nubes con las manos...
Crearemos nuevos espacios y nuevas vivencias, que podamos evocar ( o que tú puedas evocar) cuando seamos mayores.

Un besito mi chiquitin/a