jueves, 4 de diciembre de 2008

Nuestro viaje...

Volcan de Pasto, Nariño, Colombia


Ya pasados unos días, interiorizados los sentimientos y las vivencias, empiezo a sentirme con fuerzas y ánimos para relatar todo lo que nos ha ocurrido.
Colombia es hermosa... convulsa pero hermosísima. Que gentes, que imágenes, que problemas....
Llegamos en un vuelo tranquilo de iberia... y apareció Bogotá...
Me pareció contaminada, calurosa y bulliciosa...
El jaleo del desembarco, las colas para el pase de pasaportes, la llegada de las maletas, el espacio reducido...
Allí nos esperaba Lucila... que gran persona... que simpática y agradable. Nos ayudó a cambiar divisas.
Fuimos al hotel, y esperamos a nuestra abogada. Pago, explicación del itinerario... y llamadas a la familia...
Y los nervios, el susto infinito de saber que en pocas horas.... conoceríamos a nuestro hijo.
Al día siguiente, después de pasar muchisimo frío en la habitación (se habían dejado una ventana aberierta...), recogimos nuestras cosas y cogimos un vuelo hacia Nariño.
Un avión Foker 100.... Cuantas montanys, nuves, casitas hermosas y .... prados.... con pastos...
Que belleza de imágenes... i ese era el entorno de nuestro hijo.
Al aterrizar nos encontramos con un aeropuerto situado en lo alto de las montañas y rodeado de un acantilado....
Al bajar vimos policia y perros anti-explosivos... imagen gráfica de la situación del país...
Nos esperaba Victor.... que nos acompañaría otras muchas veces... Nos llevó al hotel.
Allí conocimos a Patrice, el dueño del hotel. Que magnifica persona, y que gran profesional...
También llegó nuestra abogada en la regional... Charlamos, nos dijo como sería la asignación en el icbf.
Quedamos dos horas más tarde.
Así que nos preparamos: la bolsa de nuestro hijo, sus juguetes, la cámara... la documentación...
Nos sentamos a esperar y ... a cinco minutos de la entrega nos dicen que no puede ser...
Pensé que a mi marido le daba un infarto. Hablamos con el icbf... la entrega sería al día siguiente...
Que momento tan duro... ya podíamos tocar a nuestro hijo.... y se desvaneció...
No se como pudimos recomponernos. Decidimos deshacer las maletes y salir a conocer la ciudad... San Juan de Pasto.