domingo, 28 de enero de 2007

EL TIEMPO DEL CAMINO. LA ESPERA



En este proceso lo que más nos cuesta de manejar es la espera. Y sobretodo para mamá, que es una impaciente. Afortunadamente papá es más tranquilo.

El mundo continúa girando a su ritmo, y nosotros siempre estamos a la espera: a la espera de que se muevan las listas, a la espera de tener noticias, a la espera de que llegue el día que te veamos la carita…

Incluso hay momentos que nos olvidamos de nosotros... porqué nos faltas tú.

Seguramente esta es una lección que nos ofrece la vida. Nos enseña a a valorar, a reflexionar, a analizar, a ser tolerantes, a ser pacientes, a apreciar lo que nos rodea.

Tal vez algún día adquiera la virtud de la paciencia y el de saber esperar, y esta paradójicamente, se adquiere con el tiempo.

Una buena y preciada compañera de trabajo de mamá, que se llama M José, nos ha enviado un mensaje con una cita. En ella nos recuerda (y que tantas veces se nos olvida) la importacia de saber esperar.

"No te fijes nunca en el tiempo que has invertido en llegar, sino en la satisfacción que produce el haber llegado" (Concepción Viñacuña, misionera en Camerún)

Muchas gracias Mª José por tu tiempo, tu paciencia y por tus reflexiones.


"No et fixes mai en el temps que has invertit en arribar enlloc, sinò en la satisfacció que et produeix haver arribat."
(Concepción Vicuña, misionera a Camerún. )

Moltes gracies Mª José pel teu temps, dedicació, paciència i per les teues reflexions.