sábado, 5 de diciembre de 2009

LOS HIJOS SE CONFIESAN

Estuvimos realizando un interesantísimo curso de "Parentalidad Positiva en la edad Escolar". Era un curso de psicología conductista, y un tipo de terapia colectiva.

Fue un curso magnífico, en dónde todos y todas compartimos nuestras dudas educativa, miedos y alegrías.

La psicóloga, estupenda....

Una de las asistentes nos trajo una hoja con el texto que aquí os dejo.

Un abrazo.


LOS HIJOS SE CONFIESAN

La Hoja Diocesana Iglesia de Plasencia publicó en su día este texto que reproducimos por su interés para la relación padres-hijos.

· No me des todo lo que te pida. A veces sólo quiero ponerte a prueba para saber cuánto puedo sacarte.

· Si en lugar de mandarme que haga algo, me lo sugieres, lo haré más deprisa.

· No cambies constantemente de idea respecto a lo que quieres que haga. Decídete y no cambies de opinión.

· Cumples tus promesas. Si prometes una recompensa, dámela sin falta; lo mismo si me prometes un castigo.

· No me compares. Si me haces pesar por mejor o más inteligente, eso le dolerá a alguien. Si me haces daño a mí.

· Deja que haga por mí todo lo que pueda. Así voy aprendiendo. Si me lo haces todo, nunca podré hacer nada por mí mismo.

· No me corrijas delante de los demás. Espero a que no haya nadie alrededor para decirme cómo se puede mejorar.

· No me grites. Eso me hace gritar también y no quiero convertirme en una persona gritona.

· No mientas delante de mí ni me pidas que mienta para ayudarte. Eso rebaja la dignidad y no hace ningún favor.

· No me prestes demasiada atención cuando digo que me duele el estómago. Fingir es una manera cómoda de librarme de lo que no quiero hacer o de evitar lo que no me interesa.

· Cuando te equivoques en algo, admítelo; no se rebajará mi opinión sobre ti. Así será más fácil para mí recocer que me equivoco.

· Trátame con confianza y amistad. El hecho de ser familia es un motivo superior para integrarnos más.