lunes, 10 de septiembre de 2007


Hay días que pasan sin pena ni gloria. Hoy no.
Hay una canción que dice: "Que el ritmo no pare, no, que el ritmo no pare". Hoy a las diez de la noche paro para escribir en el blog. No he parado de trabajar en todo el día. En el Cole, en casa (en casa trabajo de casa y del cole).
¡Que día por Dios bendito!. Como escuche el típico tópico de: "LOS MAESTROS NO TRABAJAN", es que me vuelvo la pantera rosa y araño a alguien!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!.
Y encima he visto a niños y niñas PARA COMÉRSELOS. Que ricos,¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ pero que bien estaban con sus papas y mamás de vacaciones!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!.
Y el temido periodo de adpatación: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡ que duro es para todos: padres, maestros y niños!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!. Yo creo que estoy hecha una esperta en lloros, mocos, pataletas, vómitos, gritos...
Dicen que las cosas suceden por un porqué, y a mi que este año no me tocaban los chiquitines y.... bingo, una nueva sorpresa de la vida. Me ha tocado Chiquilandia. Me tocaban mis perlas de cinco años... pero cosas de organización (como siempre la maldita burocracia).
Que preciosos, que hermosos y que ricos son los niños de tres años... y que cansados. Y los papás y mamas.... afligiditos por sus lloros. Y mamá se imagina a ella y a papá contigo, llorando a moco tendido, de la manita de la maestra... y a nosotros también se nos partiría el alma en dos.
Y he de decir y contar que están atendidísimos, cuidadísimos y mimadísimos por sus maestras (YO), y por todas mis compañeras. Si comen o no comen, si lloran o no lloran, si juegan, si van al baño, sus gestos, sus miradas... Porqué con ellos damos lo mejor personal y profesionalmente (esta profesión es vocacional, si nos te quedas en la cuneta, se ha convertido en una profesión de riesgo, y lo digo por experiencia). Siempre digo que los alumnos y alumnas no son parientes, peros son algo tuyos. Los lazos de amor, cariño y sentimiento que se establecen con ellos a veces son indescriptibles.
Al final del día, llego a la conclusión que... merece la pena (pero me duelen hasta las pestañas).
Nos faltas tú, para vivir desde la otra parte, la de las famílias, esta experiencia tan significativa y hermosa.
Un día estaremos con la mochilita, el babero y junto a los compañeros y compañeras de colegio.

Te queremos mi amor estés donde estés. (Papá tiene un master en paciéncia, que te lo digo yo).

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