martes, 22 de mayo de 2007

Nuestros Angeles

En nuestro quehacer diario nos encontramos a formidables personas (algunas desconocidas físicamente), que nos ayudan y facilitan en el transito de nuestras vidas.
Para mi son angeles. Los angeles pueden ser los amigos de siempre, o los angeles de la guarda virtuales (la buena gente del foro).
Los angeles son mis compis de trabajo Patricia y Loli (y a sus respectivos chicos), y amigas/os como M Julia, Nuria, Patri, Javier, Artur... Nos cuidan, nos observan, se preocupan (con una educación exquisita, para jamás herirnos y no parecer pesados o maleducados, siempre pensando en nosotros).
También están los nuevos angeles: los de internet. Querría enviarle un especial y cariñoso saludo a Pepa y a Carmelamina que esta semana (un poco dura por las noticias) y gracias a sus intervenciones en el foro de tierras colombianas, me han animado muchísimo. Pepa muchas gracias porqué con tu humor nos has levantado a todas. Y también a Carmelamina, Martagoku, Candela y Mariajosedetenerife que lo han continuado, y han entendido la broma.
Para mi el humor es necesario imprescindible, importantísimo. La risa terapéutica, el humor para afrontar positiviamente las vicisitudes y circunstancias que encontramos a lo largo de la vida. Y cuando haya que ser serios... Los más serios. No está reñido el optimismo con el buen hacer.
Creo que he aprendido de los niños, de sus sonrisas, de su capacidad para encontrar cosas positivas. Y esas risas que me suenan a campanitas de cristal, que me transporta a la infancia y que me hace desear ser otra vez un niño/a como ellos...
La verdad, y después de escribir esto... Hijo/a, Carlos.... Que suerte tenemos con los amigos y familiares que nos rodean!!!!.
Cuando salgo de trabajar encuentro a muchos niños que salen del colegio con sus familias. He encontrado un poema precioso de Federico García Lorca, que si cierro los ojos y me lo leen... te podría decir en que lugar del pueblo me encuentro en ese momento

Para todos los que anhelan a sus hijos, y para tí imaginado hijo/a mía, está poesía. Para que os llenéis de sonidos infantiles.


Salen los niños alegres
de la escuela,
poniendo en el aire tibio
del abril, canciones tiernas.
¡Qué alegría tiene el hondo
silencio de la calleja!
Un silencio hecho pedazos
por risas de plata nueva.
Federico García Lorca (1898-1936)