domingo, 30 de septiembre de 2007


Hay semanas duras. Esta lo ha sido. No sólo dura en aconteceres de situaciones, sino de en que estos acontecimientos van acompañados de sentimientos. Y aquellos que afectan o dulen son los que surgen de las entrañas, venidas de los valores, de los criterios, de la madurez y de la moral (que tan caro se está vendiendo en estos últimos años y siglos).
Cuando era niña me enseñaban en el cole y me educaban en casa... cada vez que me reñían (con razón) me molestaba, dolía el orgullo, dolía en la autoestima. Pero aprendía. Me formaba como persona. Ahora veo que me enriquecía.
Y esto es un círculo infinito, que no para, de enseñanza-aprendizaje, de conocimientos y valores...
El enfadarse, confrontar ideas, debatir decisiones... cansa. Cansa muchísimo. Y debemos manejarnos tan bien a través de estos sentimientos de enfado, amistad, amor, autoestima, respeto, valor y confrontación de opiniones completamente opuestas, para que con las personas con las que debates pueda aumentar la amistad. Sino... estamos perdidos. Y quedará todo en buenas intenciones y agua de borrajas. Y perderemos a los amigos (o familiares).
Desde luego parece que he escrito un testamento....................
Necesitaba expresar estos sentimientos que me ardían en el pecho.
Últimamente es el tema de moda de la familia y en todo en cuanto me rodea.
Así que estoy sensible, preocupada, y en "proceso madurativo". Soy una manzanita verde que me convertiré en madura (a lo largo de la vida).
Chiquitin, intanguible e irreal, y a la vez tan, tan , tan nuestro: Te queremos papá y mamá