El abuelito de mamá, tu bisabuelo, me contaba
A través de mi imaginación prodigiosa (cuando escucho una historia es que la veo, soy muy teatrera y dramática, más que prodigiosa). Además, no se si como al abuelo y a la abuela los veía muy mayores la historia la veía en blanco y negro.
La familia del bisabuelo tenía una empresa que habían construido con sus propias manos, ladrillo a ladrillo. La empresa era un taller de mecánica, colocaban bombas extractoras de agua (de los pozos de los pueblos, de los campos… ) y reparaban maquinaria de todo tipo (agrícolas, industriales...)
Con la primera subida de agua, tras las lluvias de octubre de 1954, un famoso banco en Valencia y los llamaron para achicar el agua, ya que se inundaron sus bajos.
El abuelo junto a sus hermanos y sus hijos se fueron a la capital a trabajar el día 14 de octubre. Una vez allí, y después de horas de trabajo volvieron a dar la voz de alarma: venía una lengua de agua a través del río Túria y Valencia se inundaba por su descomunal crecida.
El abuelo junto a sus hijos se marcharon corriendo. Subieron al autobús (una línea de autobús que todavía funciona) y quedaron atrapados entre el agua y el barro en un pueblo de
Mientras mi abuela (tu bisabuela), y sus cuñadas que vivían arriba del taller que con tanto sacrificio habían construido y creado, aguantaban estoicamente en sus casas, intentando salvar sus enseres y viendo como crecía el agua del barranco del Pollo (proveniente del barranco de Chiva). Subían las aguas y conseguían rescatar a las personas que vivían debajo del puente subiéndolos a sus casas. Como el agua llegaba a las partes más altas del taller, y pensando que se derrumbaba ya que se encontraba pegadito al barranco, tuvieron que hacer agujeros en las paredes para acceder a los edificios vecinos y más altos.
A la abuela le dijeron que habían muerto sus hijos y su marido, pues la capital del Túria se encontraba anegada de agua y tierra. Los autobuses se quedaban varados y atrapados en la carretera entre el agua, el fango y el lodo. Desde el taller lo veían. Los viajeros salieron por las ventanas, y los vecinos de las viviendas de los alrededores lograban salvarlos, tirándoles cuerdas, tablas de madera, escaleras…
Y yo allí sentadita, viendo a través de mi mente a la abuela (tu bisabuela) haciendo agujeros en la pared, a mi padre, a su hermano junto y a tu bisabuelo nadando entre las aguas…. Y lo que más emocionante, como sería la emoción de reencontrarse todos bien. Lo perdieron todo, la maquinaria, el huerto con sus hortalizas y cítricos, sus conejos, sus gallinas…. Pero salvaron la vida las cinco familias (que juntas vivían en el taller ).
Y pusieron una placa de cerámica, que pegaron a la fachada del taller, y que todavía hoy se puede ver. Está, cuarteada, vieja y sucia. Suele pasar desaperciba a los transeúntes y allí pone “Hasta aquí llego el agua de la riada de
Pasaron una guerra, una posguerra, una riada, penurias económicas… Y después de analizar todo esto que nos queda… pues seguir andando, trabajando y luchando por el día a día.
De esto hace cincuenta años.
Hoy, sentados comiendo con mi familia, y viendo todos juntos las noticias, escuchando como ha llovido estos días, las crecidas de los ríos, las inundaciones en los pueblos de toda
La Gran riada
Foto del mi abuelo y sus hermanos e hijos en el taller de la Familia después de la inundación.
Antigua carretera real de madrid
Por Cierto, y coincidiendo con que el día 15 de octubre es el día de acción del blog y el tema es el Medio Ambiente, creo que estas vivencias, estos hechos que he narrado son la voz de la experiencia, de la historia: La Naturaleza es sabia y no hacemos caso a sus señales. Cuidémos del planeta..
Estamos de paso, de camino, debemos dejar un preciso mundo a nuestros hijos y nietos.
4 comentarios:
hola carmi!!!
tienes toda la razon ,la naturaleza es sabia!!!,mas pistas de lo que esta sucediendo en él,ya no nos puede dar!!!,solo le falta hablar y decir SOCORROOOOOOOO AYUDARME o desaparecemos....
pero el hombre ....mejor no me hagas hablar del ser humano ,que nos creemos los reyes del mamboooo y nooooooo...
cuanto tenemos que aprender ...de la naturaleza ,de los animales...
cuidemos del planeta ...y NO solo de nosotros mismos!!!
un abrazo
carlos y cuca
Pues si.
Y aún no escarmentamos y se construye en las terrazas de inundación de los ríos. Cuando no, en los mismos lechos de ríos y rieras.
Y claro, cuando llueve.....la naturaleza reclama lo suyo
has hecho que me salgan unas lagrimas de mis ojos ... y qué es lo que queda al final ? EL AMOR ! el amor de una familia unida que soporto y lucho otra vez para vivir dignamente !
Me recuerda la historia de mi familia ... aunque distinta tiene parecidos en el amor de los seres humanos.
Un beso
fran
e visto las noticias de estos días , que desastre , gracia spor compartir tu historia , un abrazo
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