Ya no nos hace falta despertador... es nuestro hijo el que nos levanta, con risas, lloros o toses....
Hay musica y ruido por todos los rincones de la casa, la tele, los juguetes, los sonajeros....
La nevera... llena de recipientes de colores y menuditos...
La bañera se encuentra invadida de pequeños juguetitos..... y botellitas olorosas.
Los mandos de la tele y el teléfono inalambrico han cambiado de lugar... estan en el suelo, detrás de los cojines, en otra habitación....
Tenemos ojeras, y una sonrisa que nos llega a las orejas.
Observo desde la ventana el colegio al que fuí, a mis antiguos compañeros paseando con sus hijos... y que lejos ha quedado nuestra niñez... ahora a descubrir la niñez de nuestro tesoro.
Hemos crecido todos, y a través de los niños nos damos cuenta lo rápida que ha pasado nuestra infancia y adolescencia. Se marchó Peter Pan y volvió a llegar ...
2 comentarios:
Carmi, esas ojeras son de felicidad! aunque hay momentos agotadores :)
Pásate por mi blog, guapa, que tengo un premio para tí.
Un besazo
Mar
que entrada más bonita!!!!!, y cuanta razón......
son lo mejor del mundo verdad????
besotes
sílvia
Publicar un comentario