miércoles, 25 de julio de 2007



Mi querido chiquitin/a:

Hoy el día ha sido completito. Médico y asociación de adopción.
En el médico batería de pruebas para mi familiar.
Y en la Asociación preguntas hemos preguntado sobre el tiempo que nos queda de espera. Que paciencia a tenido con nosotros Pilar. Que encantadora, que sincera, que entrañable, que paciente... Le hemos preguntado acerca del ritmo de los pases de regional , de las asignaciones, del tiempo de espera... de si continuará así la situación (hay muy buen ritmo en el país).
Que trabajo tan dificil. Todos los trabajos son difíciles, pero ... todos aquellos que están en contacto con los sentimientos, miedos y esperanzas de las personas... son especiales.
Viniendo esta tarde con el coche me acordaba de mi cuñada que está estudiando para traer niños al mundo. Que precioso trabajo. Pilar también trae "niños", no al mundo (que para traerlos estará mi cuñada y lo hará genial), a España. Acerca a padres e hijos, padres y madres que sueñan con sus hijos/as.
Después de hablar con Pilar (de la asociación de adopción) y de preguntarle como ve la situación actual de Colombia, nos sentíamos relajados (no sabemos lo que todavía nos queda esperar). Y Nos sentimos comprendidos y acompañados.
Nunca me he parado en pensar sobre el trabajo que desempeña. Me ha parecido su trabajo precioso y duro. Porqué nos ha de decir cosas que no nos gustan (la incertidumbre del tiempo), y nos ha de animar. Y nos anima. En ese delgado hilo de sentimientos, de intercambio de información... Y sin duda, si Colombia nos gustaba, hoy nos gusta más.
Hemos mirado el mapa, hemos hablado de sus gentes y de sus lugares... Y hoy además hemos coincidido con Colombianos... que educados, que sencillos y amables.

Estira del hilillo verde hijo/a, a ver si nos vemos pronto.
(Que impaciente es a veces mamá).

4 comentarios:

Paola Vargas dijo...

amiga falta menos de lo que imaginas, el hilo se acorta mas y mas con cada anocher, con cada amanecer , con cada respiro que das. ya recibiras el tan ansiado regalo de dios. recuerda que estas en nuestras oraciones.
Paola Vargas

Carmi dijo...

Hola Paola:

Estoy bastante sensible,son muchas las sensaciones que se sienten, y muchas las situaciones que hay que vivir.
Y últimamente... parece que todo se nos junta (o que al estar más sensible nos lo parece).
Me he emocionado al leer tu reflexión y tus buenos deseos.
Gracias por tenernos en tus oraciones.
Un abrazo Paola.
Carmi

Paola Vargas dijo...

carmi quiero compartir esto que hace un tiempo mi esposo leye para mi, quizas ya lo has leido, pero bueno, besos.

"Érase una vez un árbol grande, muy alto y fornido, lleno de ramas, unas fuertes, otras débiles, unas viejas, otras jóvenes que se entremezclaban para permitir que numerosas familias de animales tuvieran allí su morada; tal vez era un majestuoso Tibar. En todo su centro, una pareja de pájaros había construido un nido y esperaba allí con gran ilusión, día a día, amanecer en medio de los huevos que más tarde serían sus hijos a quienes educar, cuidar y guiar.
Todas las mañanas, Celeste se levantaba a mirar si ese día había huevos, pero al no encontrarlos, regresaba muy triste a contarle a su esposo que el nido seguía vacío.
En ese mismo árbol vivía una pájara amiga de Celeste. Ella, su esposo e hijos, formaban una familia de pájaros carpinteros, quienes con la habilidad innata de su especie ayudaban a construír los nidos de los habitantes del árbol. Un día, al ver llorar a Celeste, le dijo: "No estés triste, ¿acaso tú no sabes que hay otra manera de formar familias? Te voy a llevar al Nidal, en el Árbol de la Vida, es un bello lugar donde tal vez te puedan ayudar".
A la mañana siguiente, el esposo le dijo: "Corre, alístate y ve a ese lugar especial..."

Interrumpiendo la lectura, la niña preguntó:

- Mamá, ¿por qué lloraba Celeste?

- Hija, tal vez porque creía que sólo poniendo huevos se podía tener una familia y no sabía que había otra forma de lograrlo. ¿Sabes? Hay unos pájaros llamados Chamones, que al no poder construir su nido, ni cuidar su prole, ponen los huevos en los nidos de otros pájaros y dejan que otros padres adoptivos sean los encargados de incubar los huevos y alimentar los polluelos - respondió la mamá y continuó su relato:

"Celeste y su amiga acudieron presurosas al Nidal. Éste era un precioso lugar en el Árbol de la Vida; allí estaban algunos pequeños pájaros que habían nacido en otros nidos, aguardando anhelantes la llegada de parejas, como Celeste y su esposo, para iniciar con ellos una nueva vida..."

En éste momento de la lectura, la mamá explicó:

- ¿Saben hijos míos?, no es suficiente poner huevos para ser papás, hay muchos pájaros que asumen esa tarea sin estar preparados para ello. Para ser papás se requiere conocer el significado de la palabra Amor: enseñarlos a lavar todos los días sus plumas y a volar, cuidarlos cuando se enferman, darles buen ejemplo, acompañarlos de noche cuando se desvelan, llevarlos el primer día al colegio, respetar sus bolsillos llenos de piedras, sapos y pedazos de colores, compartir sus sueños e ilusiones.

- Mamá, mamá, continúa - dijeron los niños.

"...Celeste, muy emocionada, regresó a su esquina en el árbol, rodeada de bellos toritos, de musgo y de enredaderas, e inició la más linda de las tareas: construyó junto con su esposo el nido para sus hijos. Durante varios días traían en u pico una rama, una pajita, un bejuco y también muchas flores para preparar la llegada...

Al poco tiempo, todos los animales del Árbol de la Vida se enteraron del próximo acontecimiento y presurosos corrieron a ayudar. Llegó el turpial, un inteligente y grácil pájaro, quien trajo un trocito de lana de oveja, que le había servido para calentar antes a sus pequeños. Después vinieron el jilguero, el pájaro carpintero, el canario, el toche, la mirla, el loro, la lechuza, el conejo, las ardillas, las abejas y también los micos. Todos aportaron algo para fabricar el nuevo nido.

Luego de una larga espera, Celeste y su esposo fueron llamados al Nidal, allí aguardaban ansiosos un par de pequeños polluelos.

Para todos fue el más maravillosos de los encuentros, realmente allí empezó La Vida.

Celeste y su esposo, felices con sus polluelos, invitaron a todos los animales del Árbol de la Vida, a sus amigos, a los abuelos pájaros y a toda la familia, a una gran fiesta, para presentarlos. Una vez reunidos, buscaron la rama más fuerte para inscribirlos y registrar allí los nombres y apellidos de los nuevos habitantes"

Entredormida, la niña preguntó:

- Mamá, ¿de la barriguita de Celeste no nacieron los bebés?

La mamá contestó:

- Hija, los pájaros nacen de los huevos, los niños de las barrigas. Celeste y su esposo fueron padres gracias a los pájaros que les dieron la vida a los polluelos, al Nidal que los acogió y a todos los amigos y familiares que ayudaron a construír el nuevo hogar. Recuerda, para ser padres sólo se necesita Amar. Y ahora, cierra tus ojos y duerme, tu hermano que es más pequeño ya lo hizo, mañana le contarás.

Carmi dijo...

Hola Paola:

Es precioso!!!!!!. Que linda historia para explicar a los adultos y a los niños de una forma tan alegórica, poética y natural la llegada de un hijo adoptado.
Que bonito relato. ¿De quien es el escrito?.
Con tu permiso lo voy a publicar en el blog. Es un tesoro.
Mil gracias (como siempre Paola, mil gracias).
Carmi